Estrategia de marketing que consiste en diferenciar grupos de consumidores que presentan características homogéneas, tales como: aspectos demográficos, socioeconómicos, educativos, culturales, estilos de vida, aficiones o cualquier otra variable que influya en sus comportamientos de consumo.
Cada segmento o target requerirá de una tratamiento particular y diferenciado, con el fin de aumentar sus posibilidades de compra.